Los buenos hábitos se heredan en cualquier ámbito de la vida, da igual si hablamos de los modeles en la mesa, costumbres de reciclaje o al volante, así que un buen ejemplo es primordial para, en este caso que nos ocupa, aumentar la durabilidad de nuestro vehículo y garantizar la seguridad cuando viajamos.
¿Cómo conducir de forma eficiente?
Para ayudar en esta labor, hemos recopilado unos consejos y recomendaciones para evitar cometer errores derivados de vicios en la conducción y mantener unos buenos hábitos al volante. Podemos dividirlos en 4 grandes bloques:
Mantener tu vehículo a punto
Las revisiones periódicas de tu automóvil no sólo alargan su vida útil sino que además previenen accidentes al velar por la seguridad activa y pasiva del mismo. Mantener al día todos los sistemas que conforman tu coche (de encendido, alimentación, lubricación, refrigeración, dirección, frenado…) reduce la probabilidad de que sufras una avería grave. Acude al taller cuando detectes ruidos o humos que no sean habituales en tu vehículo.
Rígete siempre por la guía del fabricante respecto a la necesidad de sustituir elementos tales como filtros de aire, aceite y combustible o las pastillas de freno, revisa los niveles de líquidos y presión de las ruedas con frecuencia y nunca circules con neumáticos que hayan perdido el dibujo de la rodadura de banda.
Practicar una conducción eficiente
Es el mejor modo de ejercer una conducción segura y ahorrar combustible. Sin volantazos bruscos, manteniendo una velocidad constante, sin apurar las marchas, evitando accionar demasiado el embrague protegerás además el medio ambiente controlando el número de emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera.
Si evitas el exceso de peso innecesario en tu vehículo disminuirás el consumo al no forzar tanto el motor.
Evitar las distracciones al volante
El tráfico diario ya aporta suficientes obstáculos, es primordial mantener los cinco sentidos en la carretera. Evita el uso de teléfonos móviles, comer, fumar y elevar en exceso el volumen de la radio para que puedas prestar la atención necesaria al ejercicio de la conducción.
Si conduces durante largos trayectos el cansancio puede convertirse en un mal compañero de viaje. Es recomendable realizar descansos de 20 minutos cada dos horas o 200 kilómetros para prevenir accidentes.
Con esta misma finalidad no debes olvidar hacer uso del cinturón de seguridad y los retenes infantiles siempre que viajes con menores a bordo.
Recordar la autoescuela
Cuando tenías el carnet recién sacado tenías poca experiencia, pero ningún mal hábito. Trata de recuperar las buenas costumbres, como ajustar los asientos y los espejos antes de salir.
Coger el volante siempre con ambas manos puede suponer la diferencia suficiente en la capacidad de reacción para evitarnos un buen susto. Recuerda que las manos deben marcar las 10:10 si la circunferencia del volante fuera una esfera de reloj.
No olvides respetar la distancia de seguridad: en ciudad, debes ver siempre la rueda trasera completa del vehículo que te precede, y en carretera usa como referencia algún poste y cuenta tres segundos desde que lo rebasa el automóvil delantero hasta que pasas tú.
¿Te han parecido útiles estos consejos? ¿Conoces algunos trucos que te ayuden a mantener buenos hábitos al volante? ¡Déjanos tus comentarios!